La diputada provincial por Capital, Soledad Farfán, presentó un proyecto para que la Cámara de Diputados de la Provincia resuelva un reconomiento al jugador salteño Fabricio Daniel Hernán Rojas, nació en Salta Capital hace 23 años, mide 1.68 mts y pesa 72 kilos. Su padre es pintor y su madre trabajadora de limpieza, precisamente su padre es quien lo inició en el fútbol y llevándolo en sus primeros pasos y a partir de allí la pelota se convirtió en su socia perfecta para hoy vivir momentos gloriosos y que no significan que sea el techo de su carrera por que tiene mucho para dar.

Al salir del recinto Fabricio habla con La Local y emocionado nos dice: “La verdad estos últimos años van a quedar muy grabado, es impresionante todo lo que estoy viviendo, me dieron mucha alegría y eso se da por lo que uno siempre trabaja, también agradezco a mi familia que me apoya desde dia uno”, luego de repasar por su cabeza como empezó todo esto agrega, “desde el dia que empecé jugando en un equipo para mi papá, después gracias a Dios se me abrieron las puertas de la escuelita Los Lagartos donde se inició todo y luego fui pasando por distintos clubes, aprendiendo de todas las cosas buenas con los técnicos que me enseñaron mucho”.

El padre, Fermín Cruz, Oscar Acevedo, los técnicos de infantiles e inferiores que lo acompañaron en los inicios futbolísticos, aunque resalta que su papá sigue siendo su Gran DT. Mientras recuerda quienes fueron lo que lo formaron el hace un capítulo aparte para Pablo Moncholi y Miguel Papadópulos que en su regreso de Córdoba dieron los cincelazos justos para forjar éste “Pollo” Rojas, allí se ganó el cariño de la Villa San Antonio donde se hizo su nombre propio. Por supuesto no se olvida de Darío Forestelo que fue quien le dio la oportunidad de llegar a Gimnasia y Tiro para jugar en la segunda categoría del fútbol.

En la vida personal tiene un amigo, Fernando Rubén Acevedo “Puty”, o como el “Pollo” dice su hemano de vida. Primero jugaron como niños, luego compartieron el amor por el fútbol vistiendo la misma camiseta y también compartieron actividades laborales para ayudar a sus padres con la economía familiar. El delantero nos contó que esas charlas intimas soñaban en conseguir logros deportivos y también económicos, en es interín le surgió la posibilidad de incorporarse a una empresa que le ofrecía un trabajo fijo y que podría darle la posibilidad de tener una estabilidad económica. En ese momento el le consultó al amigo Puty, para luego decidir que dedicaría todo su tiempo y esfuerzo para vivir del fútbol.
Hoy los hinchas vitorean su nombre cada vez que Gimnasia y Tiro de local, por la enjundia que muestra el jugador y sobre todo porque nunca baja los brazos