Haciendo un repaso de todo lo que se ha podido jugar después de la pandemia, uno de los jugadores que no se vio afectado por el encierro y la falta de competencia es el “Panza” Mamani, por eso fuimos a buscarlo para que haga un repaso de su vida deportiva y que visión tiene del fútbol salteño.
Mamaní es un jugador que no tuvo la formación de inferiores por varios motivos, por eso debió aprender sobre la marcha y adecuarse a las exigencias del crecimiento futbolístico de nuestro país. El padre, el “Panza”Mamani gloria de CJA, fue quien lo guió hacia el fútbol recién a los 19 años para alejarlo de vicios sociales, “no me andaba portando bien” nos dice “Juampi”. Sus primeros entrenamientos fueron en la cancha de la Cerámica del Norte, allí Jorge Honecker fue su mentor y guía, fue quien con sus sabias palabras supo cambiar la mentalidad del jugador y gracias al fútbol mira la vida de manera diferente.

El raid deportivo del defensor comenzó en Deportivo Atlas, donde salió campeón del Anual, pasó a Camioneros Argentinos del Norte para jugar el TDI de aquella época. Por esas casualidades de la vida tiene que reemplazar a “Cricrí” Contreras que muchos dicen que tienen similitudes importantes ambos defensores, por la garra y enjundia al defender, además de convertir goles. Con Pellegrini logró su primer ascenso al Federal B, luego viene San Antonio donde también sale campeón y en ese ínterin toma la mala decisión de jugar una final del Campeonato de los Barrios donde también hay consagración, pero reconoce que: “…un error que cometí es haber ido a esa final, yo creo que ahí se me cierran muchas puertas porque venía bien…”. Tuvo un paso por Villa Primavera para luego retornar a “La Villa” donde consiguió  más laureles, incluido el tricampeonato de la mano del “Toti” Olarte.Una de las características de “Juampi” es la humildad al momento de analizar o palpar el cariño y que le tiene el hincha de San Antonio, pero muchas veces cuando acompaña a su niña al club a hacer vóley tiene posar para alguna foto y escuchar los halagos y agradecimientos de los simpatizantes del “Bajo”. Según el jugador todavía no es consciente de todo lo que logró con la”Azulgrana Villera”.

A Juan Pablo le falta subir una categoría más, para cerrar su carrera, él sabe que su padre es ídolo en Juventud Antoniana, su familia es hincha de ese club, “para mí sería un honor el solo integrar el plantel sería muy hermoso eso!!!” exclama ilusionado.
El equipo de Lerma y San Luis está en un punto 0 de reacomodamiento tanto institucional como deportivo, quizás sea el momento indicado para que éste jugador como muchos otros jugadores de toda la provincia tengan la oportunidad de que son capaces de logros deportivos como en su momento lo hicieron en Gimnasia y Tiro en la década del 90.
El mensaje más importante que remarcamos de la charla de Juan Pablo Mamani con La Local es como resalta la formación que todo jugador debe recibir y realizar en las divisiones inferiores porque esa enseñanza les permitirá poder progresar como persona y como deportista, ojalá llegue la recomendación a todos nuestros niños y jóvenes.